LA MENTE SABIA: BALANCE

La mente humana es una maquina con increíbles capacidades -como lo he mencionado en previas entradas- y ella funciona en tres estados diferentes, el racional, el emocional y el sabio. Aunque todos los seres humanos funcionamos y trabajamos con todas, siempre hay uno de ellos que anda con mayor poder.

La primera de las mentalidades es la emocional. Usualmente una persona que vive bajo esta postura es una persona que está en un sube y baja de emociones de una manera casi permanente. Otra característica que define a las personas que viven bajo esta forma de la mente es que son personas que usualmente no son de fiar, no son confiables porque la mayoría de sus decisiones se basan en lo que sienten, más que en lo que razonan, lo que lleva a elecciones de crecimiento que no tienen una base realmente solida.

"Haré lo que dicten mis emociones."

En el lado opuesto tenemos la mente racional. Que son personas que viven en un nivel mucho más intelectual. Son personas que no creen en los puntos medios, las cosas son blancas o negras, y todo lo que esté en la mitad no vale la pena o no es real. Son personas que aman el conocimiento y buscan sobre todo lo que va solo con la razón. Orden, estructura y respuestas definitivas son lo que buscan las personas que viven en este lado del charco. A este lado tomar decisiones que lleven a crecimiento o cambio son mucho más difíciles pues ellas requieren tomar riesgos que, para una persona racional, no valdrán la pena.

"Hay que pensar muy bien las cosas."

La mente sabia es, como lo anoté en el título, el balance entre estas dos. Es una mente que no funciona en el extremo emocional o, su opuesto, el racional, funciona en un balance perfecto entre ellas. Esta mentalidad nos ayuda a tener un balance en nuestra vida entre lo que sentimos y lo que razonamos. Cuando vivimos en extremos como los que señalo en esta entrada nuestra vida no se siente equilibrada, sin embargo al encontrar este punto medio somos capaces de tomar decisiones basadas en argumentos racionales, pero con el impulso que generan las emociones.


Todos hemos tenido momentos en los que los extremos actuaron, pero también momentos en los que el trabajo lo efectuó el sabio. Si consideras las decisiones que se tomaron en uno de los extremos fueron posiblemente momentos que te llevaron a un punto en el que no querías estar o no debías estar. Una vida en balance mental y emocional es una vida que te lleva a donde realmente quieres estar.

"Para conservar el equilibrio, debemos
mantener unido lo interior y lo exterior,
lo visible y lo invisible, lo conocido y
lo desconocido, lo temporal y lo eterno,
lo antiguo y lo nuevo."
John O'Donohue





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