NORMAL ?
Existen personas para las cuales es normal tener una relación sentimental 'tóxica', es normal vivir enojado, es normal cargar con estrés, es normal no perdonar y cargar rencores, es normal abandonar sueños. ¿Qué es ser normal? Es intrigante entender que la normalidad, o como la entendemos, está sujeta a lo que tenemos y entendemos como realidad y, por eso, es alterable.
De acuerdo a las definiciones de la RAE, el uso de normal como adjetivo se puede entender de seis formas diferentes, hay una de esas que nos permiten entender y reflexionar si lo que es normal podría ajustarse a mejores estándares. Normal: dicho de una cosa: Que por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano. Leamos la definición desde el final, hacia el comienzo.
Fijadas de antemano. Lo que hoy es normal, no lo fue siempre, es decir que no es normal que haya ciertas estructuras de pensamiento que funcionen, como tal, por naturaleza. Es decir que todo lo que hoy es normal, se ajustó a serlo. Por ejemplo, es normal que hoy los niños pasen casi 760 horas al año conectados a internet y se podría hablar de muchas otras normalizaciones que con el uso del adjetivo en cuestión, se han naturalizado, como es el caso del racismo, violencia, mediocridad, pobreza espiritual, falta de empatía, y la lista podría continuar por varias lineas más.
Se ajusta a ciertas normas. Estas normas no son más que conceptos, conjunto de mentalidades e ideas culturales que han decidido aprobar o ajustar lo que no es normal a ciertos -y muy específicos- conceptos de realidad. De forma que es 'normal' responder de forma violenta a una agresión, pero no es normal actuar en paz. Es normal que a los 13 años los jóvenes inicien el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco, pero no es normal que haya jóvenes en las bibliotecas o en sus casas leyendo.
Siguiendo esta linea de lo que es llamado normal, nos encontramos con sueños rotos, jóvenes sin proyectos que los motiven a levantarse los lunes, es normal que una persona vaya de un sueño 'infantil' de ser artista, a tener un trabajo que solo llena el aspecto económico de su vida y le obliga dejar de lado otros tan importantes como la familia, la espiritualidad, las relaciones sociales y el tiempo de esparcimiento. Todo esto es 'normal', ¿cierto? Si has llegado a leer hasta acá, estoy seguro que estás viendo y entendiendo que lo normal, a veces parece ser totalmente lo opuesto.
Es importante anotar que cuando se han normalizado conceptos, estándares, estilos y realidades, no se ha hecho de un día para otro, se ha adoptado como normal después de mucho tiempo de verlo o asumirlo como tal. Desde este blog y esta mente les propongo un acto revolucionario. Empecemos a normalizar lo que hoy no lo es. Empecemos a normalizar sueños alcanzados, normalicemos llamar jóvenes exitosos a los que atienden su llamado y están generando un cambio desde allí. Normalicemos seguir propósitos más positivos y que vayan más allá del dinero. Normalicemos el uso de la palabra fracaso como primer intento y aprendizaje, no como falla o error permanente. Les propongo también amar, perdonar, servir sin mirar a quién.
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De acuerdo a las definiciones de la RAE, el uso de normal como adjetivo se puede entender de seis formas diferentes, hay una de esas que nos permiten entender y reflexionar si lo que es normal podría ajustarse a mejores estándares. Normal: dicho de una cosa: Que por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano. Leamos la definición desde el final, hacia el comienzo.
Fijadas de antemano. Lo que hoy es normal, no lo fue siempre, es decir que no es normal que haya ciertas estructuras de pensamiento que funcionen, como tal, por naturaleza. Es decir que todo lo que hoy es normal, se ajustó a serlo. Por ejemplo, es normal que hoy los niños pasen casi 760 horas al año conectados a internet y se podría hablar de muchas otras normalizaciones que con el uso del adjetivo en cuestión, se han naturalizado, como es el caso del racismo, violencia, mediocridad, pobreza espiritual, falta de empatía, y la lista podría continuar por varias lineas más.
Se ajusta a ciertas normas. Estas normas no son más que conceptos, conjunto de mentalidades e ideas culturales que han decidido aprobar o ajustar lo que no es normal a ciertos -y muy específicos- conceptos de realidad. De forma que es 'normal' responder de forma violenta a una agresión, pero no es normal actuar en paz. Es normal que a los 13 años los jóvenes inicien el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco, pero no es normal que haya jóvenes en las bibliotecas o en sus casas leyendo.
Siguiendo esta linea de lo que es llamado normal, nos encontramos con sueños rotos, jóvenes sin proyectos que los motiven a levantarse los lunes, es normal que una persona vaya de un sueño 'infantil' de ser artista, a tener un trabajo que solo llena el aspecto económico de su vida y le obliga dejar de lado otros tan importantes como la familia, la espiritualidad, las relaciones sociales y el tiempo de esparcimiento. Todo esto es 'normal', ¿cierto? Si has llegado a leer hasta acá, estoy seguro que estás viendo y entendiendo que lo normal, a veces parece ser totalmente lo opuesto.
Es importante anotar que cuando se han normalizado conceptos, estándares, estilos y realidades, no se ha hecho de un día para otro, se ha adoptado como normal después de mucho tiempo de verlo o asumirlo como tal. Desde este blog y esta mente les propongo un acto revolucionario. Empecemos a normalizar lo que hoy no lo es. Empecemos a normalizar sueños alcanzados, normalicemos llamar jóvenes exitosos a los que atienden su llamado y están generando un cambio desde allí. Normalicemos seguir propósitos más positivos y que vayan más allá del dinero. Normalicemos el uso de la palabra fracaso como primer intento y aprendizaje, no como falla o error permanente. Les propongo también amar, perdonar, servir sin mirar a quién.
"Cuando no somos capaces ya de cambiar una situación,
nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos."
nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos."
Viktor Frankl
Anormal es aquello que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado natural. Si logramos normalizar lo que hoy es su antónimo y frente a lo que hoy es normal, creo firmemente que tendremos un mejor presente y futuro. Si lo normal es negativo, normalicemos lo positivo. Lo mejor de esta revolución que propongo es que no comienza en las masas, comienza en lo individual, comienza en cada uno de nosotros.Si este contenido te ha agregado valor, ayúdame a llevarlo a más personas. Comparte, comenta y suscríbete.