LOS NIVELES DE LA REALIDAD
La realidad no es una palabra que se defina universalmente y por eso está abierta a millones y millones de subjetividades. Lo que cada uno de nosotros concibe como real puede ir más allá de lo que percibimos con nuestros sentidos, eso que vemos, saboreamos y sentimos. Los niveles de la realidad y el nivel en el que la vivimos son los que la definen.
La realidad puede ser entendida en un primer nivel como lo que veo es lo que está realmente pasando, la realidad objetiva. Nuestra mente funciona como una cámara y como tal no tenemos capacidad interactiva con el exterior, creemos que todo lo que experimentamos es una realidad absoluta. Vivir a partir de este nivel resulta en personas insatisfechas y en conclusiones poco constructivas sobre lo que ocurre en el exterior.
El siguiente nivel es el que se produce bajo el anterior, el de los pensamientos y la realidad subjetiva. En este nivel la realidad se entiende como experimento el mundo a través de mi pensar, este filtro llamado pensamiento nos ayuda a decorar y maquillar a nuestro antojo lo que la cámara de nuestra mente percibe.
Tal como ocurre con los filtros de populares aplicaciones como Snapchat o Instagram, en las que con ellos cambiamos ciertos aspectos de una foto como detalles tan sencillos como el brillo y el contraste o alterar el tamaño de los ojos, el enfoque, etc. De igual forma funciona nuestro pensamiento. Es en este filtro, en este nivel donde podemos empezar a cambiar lo que somos y queremos ser.
Aquí en el subconsciente es donde decidimos si una situación es estresante, si una palabra nos altera negativamente, si la imagen de una persona logra cambiar nuestro estado de ánimo. Aquí es donde empezamos a encontrar todo el poder que tenemos sobre nuestra realidad o si, por el contrario, es el exterior el que nos define.
Sobre estos dos niveles de realidad está ese en el que queremos y deberíamos estar: Todo lo que veo es una invención, el mundo es lo que creo que es. En este nivel ya entendemos que nuestra mente no funciona como una cámara y nuestra realidad es más como un lienzo, y el artista que está frente a él, eres tú.
Es aquí y en este nivel donde reconocemos la capacidad que tenemos de hacer cambios significativos en nuestra vida. Para entender y vivir en este estado de realidad hay que entender que no experimentamos el exterior, lo que experimentamos son nuestros pensamientos sobre él.
Cuando entendemos que la realidad no es absoluta, que tenemos una capacidad creativa sobre ella es cuando podemos empezar a vivir y trabajar desde el inmenso poder que se nos fue entregado desde el nacimiento pero que con el pasar de los años hemos dejado que sea transformado y, casi anulado, por el mundo exterior.
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La realidad puede ser entendida en un primer nivel como lo que veo es lo que está realmente pasando, la realidad objetiva. Nuestra mente funciona como una cámara y como tal no tenemos capacidad interactiva con el exterior, creemos que todo lo que experimentamos es una realidad absoluta. Vivir a partir de este nivel resulta en personas insatisfechas y en conclusiones poco constructivas sobre lo que ocurre en el exterior.
El siguiente nivel es el que se produce bajo el anterior, el de los pensamientos y la realidad subjetiva. En este nivel la realidad se entiende como experimento el mundo a través de mi pensar, este filtro llamado pensamiento nos ayuda a decorar y maquillar a nuestro antojo lo que la cámara de nuestra mente percibe.
Tal como ocurre con los filtros de populares aplicaciones como Snapchat o Instagram, en las que con ellos cambiamos ciertos aspectos de una foto como detalles tan sencillos como el brillo y el contraste o alterar el tamaño de los ojos, el enfoque, etc. De igual forma funciona nuestro pensamiento. Es en este filtro, en este nivel donde podemos empezar a cambiar lo que somos y queremos ser.
Aquí en el subconsciente es donde decidimos si una situación es estresante, si una palabra nos altera negativamente, si la imagen de una persona logra cambiar nuestro estado de ánimo. Aquí es donde empezamos a encontrar todo el poder que tenemos sobre nuestra realidad o si, por el contrario, es el exterior el que nos define.
Sobre estos dos niveles de realidad está ese en el que queremos y deberíamos estar: Todo lo que veo es una invención, el mundo es lo que creo que es. En este nivel ya entendemos que nuestra mente no funciona como una cámara y nuestra realidad es más como un lienzo, y el artista que está frente a él, eres tú.
Es aquí y en este nivel donde reconocemos la capacidad que tenemos de hacer cambios significativos en nuestra vida. Para entender y vivir en este estado de realidad hay que entender que no experimentamos el exterior, lo que experimentamos son nuestros pensamientos sobre él.
"La realidad será lo que seamos capaces de construir"
Julia Navarro
Cuando entendemos que la realidad no es absoluta, que tenemos una capacidad creativa sobre ella es cuando podemos empezar a vivir y trabajar desde el inmenso poder que se nos fue entregado desde el nacimiento pero que con el pasar de los años hemos dejado que sea transformado y, casi anulado, por el mundo exterior.
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